Y es.
No es un pulmón, el aire, mi camisa,
no, nada de eso. Y todo eso.
Sí.
He roto un violín contra el crepúsculo
para ver qué pasaba,
me fui a la piedra y pregunté qué pasa.
Pero no. Pero no.
Aún no.
¿Me olvidé acaso del pañuelo aquel
donde gira en silencio un vals antiguo?
No lo olvidé, miradme la mejilla
y os daréis cuenta, no, no lo olvidé.
¿Me olvidé del caballo de madera?
Tocadme el niño y me diréis que no.
¿Y entonces, qué?
La poesía es una manera de vivir.
Mira a la gente que hay a tu costado.
¿Ama? ¿Sufre? ¿Canta? ¿Llora?
Ayúdala a luchar por sus manos, sus ojos, su boca,
por el beso para besar y el beso para regalar,
por su mesa, su cama, su pan, su letra a y su letra h,
por su pasado -¿acaso no fueron niños?-
por su porvenir - ¿acaso no serán niños?-
por su presente, por el trozo de paz, de historia
y de dicha que le toca
por el pedazo de amor grande, chico, triste, alegre,
que le toca, por todo lo que le toca y se le arrebata
en nombre de qué, de qué?
Tu vida entonces será un río innumerable que se llamará
pedro, juan, ana, maría, pájaro, pulmón, el aire, mi camisa,
violín, crepúsculo, piedra, pañuelo aquél, vals antiguo,
caballo de madera.
La poesía es esto.
Y luego escríbelo.
Juan Gelman, Violín y otras cuestiones (1956)
Estoy escribiendo !!!! que fantasia total la poesia me encantooooo ! aire, camisa, violin...semiologia, pucho, amigos...espero verte pronto ! salud hermano del alma
ResponderEliminarBuen aporte, del primer libro de Gelman, que fue prologado por Tuñon, nada menos.
ResponderEliminarCuántas estrofas cuentan en este poema?
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